"La publicación de contenidos de calidad, diferentes y bien contextualizados es uno de los aspectos clave que debe marcar la presencia digital de un periodista". Lo afirman Bárbara Yuste, profesora de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid, y Marga Cabrera, docente de la Universitat Politècnica de València, en su obra Emprender en periodismo, nuevas oportunidades para el profesional de la investigación (UOC).
Un libro en el que sus autoras ofrecen las claves que deben permitir a un informador de medios tradicionales, o, también, de medios digitales nativos, construirse una identidad digital propia que le permita diferenciarse en un contexto tan saturado como es el ciberespacio, "donde abunda la información y donde se han multiplicado las fuentes y los agentes productores de contenidos".
Las profesoras valoran que si el periodista crea buen contenido "y si este resulta útil para los seguidores - del medio o del propio informador - obtendremos la credibilidad y la confianza que se ha logrado en los medios tradicionales". La idea, añaden, es respetar los principios clásicos del periodismo de calidad en el entorno digital. Y que es fundamental sostener la información sobre el rigor, la veracidad y el contraste de fuentes para lograr la influencia y prestigio que se ha conseguido en los medios clásicos. "Es necesario discernir cuál es la información de calidad y reconocer el valor añadido que nos puede aportar" concluyen.
En el libro se presta especial atención a las redes sociales, al hecho de que pueden ser excelentes aliadas del trabajo del periodista. En primer lugar porque permiten al informador una interacción directa con sus lectores, algo que no ocurría antes.
Las redes son nuevos canales que posibilitan acercar a esos mismos lectores las informaciones redactadas en las versiones digitales de los diarios de papel o en los diarios digitales nativos. Un dato: los estudios recientes confirman que casi el 46% de los españoles que buscan noticias usan las redes sociales. Y porque "estas herramientas ofrecen al periodista el acceso a multitud de voces distintas a las que ha venido recurriendo para elaborar sus informaciones; a las fuentes tradicionales como los gobiernos, instituciones o empresas, se añaden ahora los propios ciudadanos".
En la creación de la identidad digital tiene un papel fundamental la capacidad del periodista para saber moverse en un entorno donde hay sobreabundancia de información. En la obra las autoras dejan claro que el esfuerzo cada vez mayor de los informadores "estará en saber quitar la paja y quedarse con el grano", saber identificar la veracidad de la versión de las fuentes y evitar graves errores en un ecosistema comunicativo "donde la inmediatez domina el contexto" y tener presente que en internet "siempre queda la huella de lo que hemos hecho, lo bueno y lo malo".
Las autoras definen el nuevo rol que ha adoptado el consumidor de noticias, un papel más activo, más crítico, capaz incluso de ofrecer sus propios contenidos. "La evolución de internet ha situado al usuario en el centro de la información". Una realidad que obliga al periodista que trabaja en el entorno digital a tener presente que el consumidor de noticias ya no es "un sujeto pasivo".
Replicado por Impart
Fuente:
Artículo de Salvador Enguix en La Vanguardia
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