El Big Data, traducido literalmente como un cúmulo o una gran cantidad de datos, es la cantidad de información que se genera en cada proceso informático. Cada vez que un usuario accede a una web o cada vez que un consumidor está buscando un producto/servicio on-line se generan alrededor del procedimiento ciertos datos que son almacenados por el portal.
¿Dónde acaban estos datos? ¿Qué jugo se puede extraer a esos datos? La respuesta es bien sencilla: si el vendedor conoce qué le interesa al consumidor puede encarecer el producto, adaptar el servicio o incluso facilitar el procedimiento para garantizarse el éxito.
La mitad de las empresas americanas apostarán por el Big Data
El siguiente dato no es baladí: según la consultora McKensey, una de las más importantes en los Estados Unidos, el 47% de las empresas americanas creen que invertir en el Big Data les puede dar rédito a corto o medio plazo.
Con la digitalización de los consumidores, que han pasado de ser compradores a usuarios, las empresas han respondido con análisis de los patrones de actuación de sus públicos para mejorar sus puntos fuertes. Así, es mucho más fácil el procedimiento de venta si conoces bien a tu comprador. Tras el auge en los años 90 de la publicidad y de la primera década de los 2000 de Internet, ¿estamos ante el nuevo cambio de paradigma?
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